EL ANALISTA DE INTELIGENCIA: Lo nuevo es volver a las bases.
En el mundo de la
Inteligencia, siempre bastardeado y rodeado de oscurantismo, la figura del
Analista ha sido la de un nerd, alguien insignificante y de poca importancia en
ese mundo. Ya sea dentro del submundo del espionaje internacional, donde todos
pensaran en las hazañas de un 007 que tras la cortina de hierro debía conseguir
esa información vital; ó en el mundo de la criminalidad donde podremos tomar la
figura policial que más nos guste, nunca aparece “El Analista”.
Es curiosa la ausencia del
Analista, puesto que la definición más básica y comúnmente aceptada a nivel
mundial de Inteligencia es la de: “información procesada”, vale decir
información que ha sido estudiada, tamizada, ponderada, comparada y ANALIZADA.
Ese trabajo no es llevado más que por el Analista, es extraño ver que a nivel
mundial el trabajo policial es una de
las pocas profesiones que todavía subestima la labor de los analistas,
sus logros no son realzados y se les
asocia a la ejecución de tareas administrativas secundarias, evidentemente es más
rentable la labor de aquellos que traen delincuentes esposados o quienes
descubren un homicidio.
Esta cuestión como referí es
a nivel mundial y hace poco en Estados Unidos se ha empezado a volver a las
bases en este tema, es decir que el Analista retome el lugar de importancia que
tiene dentro del ciclo de la inteligencia y que su actividad junto a la de
agentes de la ley o espías estén ligadas y sean vinculantes unas de las otras.
Tal así, hace poco salió un artículo titulado “Oficiales de la CIA y Agentes
del FBI, conozcan a sus nuevos socios: Los Analistas”.
Esta acción no solo recala
en una idea o intención de trabajar menos compartimentados, se trata de
COMPARTIR información, análisis, pero más que nada compartir presupuestos y
porque no, también el glamour de las victorias logradas. Es una tarea para nada
sencilla, implica luchar contra estereotipos y culturas organizacionales que
durante décadas han funcionado y operado en un mismo formato. Las nuevas
amenazas o mejor dicho la evolución que éstas han sufrido a partir de lo
cibernético y otros tantos retos, hacen que estos organismos deban adaptarse y
dar nuevas capacitaciones tanto a analistas como agentes operativos. Eso implica
la delicada tarea de engranar las muy diferentes culturas del agente de calle y
la del analista de inteligencia que lee y analiza información.
Retomando los casos de la
CIA y el FBI, se considera que el mayor reto lo sigue teniendo el FBI, ya que
la misma es una organización tradicional de la aplicación de la ley o policial,
la que desde el 11-S ha tenido que ir profundizando su rol en la Inteligencia.
Un informe que fuera publicado la semana pasada, llega a la conclusión que a
pesar de los grandes avances concretados, el FBI necesita intensificar el papel
de los Analista, el respeto que se merecen dentro de la organización y los
recursos que reciben para llevar adelante sus tareas. El mismo Director del
FBI, James B. Comey reconoció el problema y dijo que uno de sus principales
objetivos será reposicionar a los Analistas.
En cuanto a la CIA, los analistas han tenido históricamente
un papel central desde su fundación, aunque no es menos cierto que también
siempre trabajaron al margen de los agentes operativos “operadores”. Sin
embargo y montado en la misma problemática de la evolución de las amenazas, el
Director de la CIA, Jhon O. Brennan, anunció que tanto Analistas como
Operadores se combinarán en 10 nuevos “Centros de Misión”, siguiendo el modelo
del Centro de Contraterrorismo de la CIA. Esto, eventualmente dará a los
analistas mayor influencia en la coyuntura diaria de las operaciones.
Cuando les expuse que los
Analistas no solo requieren de compartir información y recursos, sino también
de Glamour, esto siempre viene de la mano de Hollywood, la cultura popular
siempre ha tenido en estima a los operadores (007, Bourne, etc.), pero ahora
también podrán los analistas convertirse en estrellas de películas y series de
TV, un ejemplo de ello recae en la
película “Zero Dark Thirty”, la que en el 2012 nos muestra la búsqueda de Osama
Bin Laden, en ese film el personaje central es una Analista de la CIA.
Volviendo al tema central,
el mismo Director del FBI, utilizó la analogía de un matrimonio por
conveniencia para describir la relación entre los Operadores y Analistas, los
que a menudo han sido emparejados rápidamente con poca participación de ellos
en esa unión. A veces los matrimonios arreglados terminan con una pareja que
vive feliz para siempre, otras terminan durmiendo en camas diferentes.
Otros, como el Profesor Amy
Zegart, académico de Stanford, cree que esta relación guarda cierto grado de
peligrosidad, ya que el Analista podría estar demasiado involucrado y consumido por
las operaciones diarias y con ello descuidar el pensamiento estratégico sobre aquellas
amenazas que podrían estar a futuro.
Esta situación es una dura
realidad para las Áreas y Organismos de Inteligencia en todo el mundo, ya que
la convivencia entre el Operador y Analista es requerida, es necesaria para
afrontar en forma más eficiente y eficaz las viejas nuevas amenazas
evolucionadas, pero no es menos cierto que si todos los Analistas ocupan ese
rol, “el de analista táctico”, nadie verá ni analizará a futuro, las
proyecciones serán cortoplacistas y la toma de decisiones cada vez gozará de
menos apoyatura, los que nos podría llevar a preguntarnos ¿qué Organismo
entonces estará pensando en las amenazas a largo plazo?. El debido equilibrio y
la sapiencia de no quedar atrapados en la coyuntura será la meta a alcanzar con
los Analistas.
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