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#Inteligencia #Criminal. Intel.....qué?



INTELIGENCIA CRIMINAL, INTEL….    QUÉ???
*By Lic. Ulises León Kandiko
Pareciera mentira que en pleno desarrollo del siglo XXI, en la Argentina, sigamos preguntándonos ¿Qué es la Inteligencia Criminal (IC)?, ¿para qué sirve?, ¿a quién sirve?, y ¿cómo se emplea en los diversos niveles de conducción?.

Se podría llegar a comprender que la Conducción Política desconozca en plenitud los alcances y funciones de la IC, esto en particular se da en países como en la Argentina donde la meritocracia está ausente en el empleo público y en los niveles de Conducción Política; los cargos no solo deberían ser ejercidos por personas de confianza, sino fundamentalmente por personal con expertise y conocimientos en dichos temas.

En la Argentina al problema de la falta de meritocracia se deben sumar la falta de conocimiento por quienes ejercen los máximos niveles de Conducción Política en el tema, la desviación constante de la finalidad de la IC, y finalmente pero no menos importante la espiral donde se confunde la actividad de investigación con actividad de inteligencia por parte del Cuerpo Policial.

En este artículo quiero abordar en forma expedita estos tres inconvenientes que atraviesan países como la Argentina en la temática de la Inteligencia Criminal.



  1. Falta de conocimiento por quienes ejercen los máximos niveles de Conducción.
Aquí podremos ver que la falta de conocimiento se centra en 2 vertientes:

a)      ¿Qué es la inteligencia criminal?, y
b)      ¿Qué se puede hacer  con la inteligencia criminal?.

Si bien la definición de “inteligencia criminal” está claramente expuesta y definida en la Ley Nacional N° 25520 de Inteligencia Nacional, pareciera no ser de uso común o que nadie se detiene a su lecto comprensión, sino no se sucederían las puntos 2 y 3 (subsiguientes). Sin perjuicio de ello ya desde la sanción de la Ley Nacional de Seguridad Interior N° 24059 se comienza a tratar el tema de la actividad delictual y el empelo de la inteligencia criminal como una herramienta basal para combatir la delincuencia organizada.

Pero suponiendo que esa lecto-comprensión sea cuanto menos compleja para aquellos que deban leerla, podemos decir sin temor a equivocarnos que la Inteligencia es anticiparse al conflicto e identificar escenarios y actores a través de análisis completos y perfectibles. Ahora bien, cuando a la definición de Inteligencia le agregamos la palabra “criminal”, podemos inferir que aquellos escenarios y actores, son los que configuran un delito. Inteligencia Criminal es ante todo “anticiparse” al delito. La IC no busca responsables del delito, no lo persigue, no va detrás de un hecho concreto,  se le adelanta a éste en beneficio del ciudadano.

Entonces, teniendo una idea de qué es Inteligencia Criminal “como la actividad orientada a anticiparse a los conflictos delictivos, identificar espacios geográficos y actores criminales, a través de análisis completos y complejos de esa realidad”, nos cabría preguntar para qué hacer esto, ó lo que podría ser igual a lo expuesto en el punto b) Qué se puede hacer con ella, allí entonces podremos obtener una batería importante de acciones a llevar adelante tales como:

I)         Identificar patrones y series delictivas.
II)       Predecir futuras ocurrencias delictivas.
III)     Desarrollar análisis de objetivos potenciales.
IV)     Proveer líneas investigativas.
V)       Aportar antecedentes para apoyar estrategias policiales.
VI)     Suministrar información y análisis para la planificación de la actuación policial.
VII)    Brindar información para el despliegue y distribución de recursos.

Si todo fuera solamente esto, bastaría con decirles que se estudien estas definiciones ó aprendan y comprendan las que la misma Ley les otorga y sería un problema resuelto. Pero lo cierto es que ni es tan fácil, ni es solamente saber qué es y para qué sirve la Inteligencia Criminal, porque sumado a ello, debemos ver ahora el nivel en el que se empleará esa Inteligencia Criminal, y para cada nivel se aplicarán herramientas distintas de trabajo, estos niveles son: Estratégico, Táctico y Operacional.

El Nivel Estratégico, suele estar destinado fundamentalmente al nivel Político, por lo tanto en este nivel se empelarán herramientas que permitan o coadyuven a:


  • Formular Políticas y Planificación
  • La Inteligencia Criminal en este nivel se orienta a objetivos de Seguridad Pública y Ciudadana.
  • Se centra en coordinar al máximo nivel entre Agencias y Gobiernos.
  • Identifica Centros de Gravedad.


Este es el máximo nivel de conducción, a partir de aquí debería Surgir el Plan Nacional de Inteligencia Criminal, debería también elaborarse el Plan Nacional del Esfuerzo de Reunión y un sin número más de documentos rectores que no solo establecerían parte de la Política de Seguridad de un Estados sino que serían los ejes de trabajo para los Niveles Táctico y Operativo que no son otros que el empleo de las Fuerzas de Seguridad y Cuerpos Policiales.

Si desde este nivel de conducción no hay conducción que sea programática, estandarizada y planificada, poco se podrá pedir o exigir a los niveles inferiores de conducción, obviamente no se podrán detectar desvíos ni establecer correcciones a las acciones mal implementadas.

En cuanto al nivel Táctico, acá ya empezamos a hablar de un nivel de conducción policial a su máximo nivel y a un nivel de conducción referido a aquellas agencias de gobierno que en su plano de trabajo atienden temas delictuales sin ser Fuerzas de Seguridad o Cuerpos Policiales. En este nivel se caracteriza por:


  • Conducir y materializar la Política y Planes a nivel Estratégico.
  • Estar asociado a niveles de conducción y espacios geográficos circunscriptos.
  • Concentrarse en la recolección, identificación, localización y análisis en apoyo del nivel operacional.
  • Identifica organizaciones y tendencias.
  • Lleva adelante las acciones coordinadas y conjuntas (propias e interagencias)


Este plano o nivel, es donde comienza a trabajarse plenamente rodeado de profesionales en la temática, tanto de la seguridad como de la inteligencia criminal.

Ya en el nivel Operacional, nos encontramos en un plano de uso prácticamente exclusivo de las Fuerzas de Seguridad y Cuerpos Policiales, en este nivel se trabajará en forma exhaustiva con herramientas de la más variada índole, en ello veremos:


  • Acciones orientadas al trabajo de Hot Spots (puntos calientes de un GIS).
  • Acciones acotadas a espacios geográficos bien definidos (jurisdicciones).
  • Una IC orientada a acciones inmediatas.
  • Centrada en las capacidades potenciales, intenciones inmediatas en la que se desenvuelve la criminalidad.
  • Fundamentalmente la Aplicación de procesos como el ILP (intelligence Led Policing / Acción Policial orientada por la Inteligencia), POP (Policía Orientada a los Problemas) o POC (Policía Orientada a la Comunidad).

Puntualmente me voy a referir al ILP, que considero desde la perspectiva de la Inteligencia Criminal el más importante a este nivel y en alguna medida guarda cierto nivel de interés en el nivel Táctico.

Tal como lo dicen sus siglas ILP, es orientar el trabajo policial a partir de la inteligencia, dos definiciones bien contundentes o referenciales son:

“Modelo de policiamiento en el cual la inteligencia sirve de guía a las operaciones policales, en vez de lo contrarios” (Royal Canadian Mounted Police, “Intelligence-Led Policing: A Definition” RCMP Criminal Intelligence Program, Reviced 13 June 2007)

“Es la aplicación del análisis de la inteligencia criminal, como una herramienta objetiva, para la toma de decisiones tendiente a facilitar la reducción y prevención del delito a través de estrategias policiales efectivas y proyectos de asociaciones externas (con otros actores sociales), en base a evidencias (indicadores)   (Ratcliffe, 2003)

Según el National Criminal Intelligence Service – UK – (NCIS) el ILP se concreta en 4 prioridades tácticas:


  • Focalizar en delincuentes conforme a la estrategia de control.
  • Administrar las zonas calientes y zonas de desórdenes.
  • Investigar series de delitos e incidentes relacionados.
  • Aplicar medidas preventivas incluyendo el trabajo con la comunidad local para la reducción del delito y desórdenes.

Básicamente hace que el trabajo policial en cuanto a su despliegue y trabajo no solo sea ordenado sino que el mismo sea inteligente y eficiente, toda vez que la asignación de los recursos humanos (siempre escasos) y materiales estén ubicados en las zonas que verdaderamente se los necesita. De esta forma la clásica saturación por el mero hecho de saturar deja lugar a un trabajo más profesional y acotado a la realidad de un lugar.

Obviamente el ILP no solo se utiliza para el despliegue de efectivos, con un pequeño trabajo de análisis y con el uso de sistemas como el Constantine servirá para predecir hechos en espacios geográficos-temporales y reducir aún más la ocurrencia de delitos.

  1. Desviación en el uso de las actividades de Inteligencia Criminal.
En cuanto a este punto, tristemente en la Argentina impacta en los 3 niveles de conducción. Obviamente cuando esta desviación nace desde la propia política, poco se puede pedir hacia abajo. Sin creer en el absolutismo, me animo a decir que este problema se da en todos los países del mundo, no creo sinceramente que la desviación del uso (mal uso) de las actividades de IC sea para nada exclusivo de los países en vías de desarrollo o menos favorecidos como la Argentina. La tentación de saber aquello que le es propio a otro y guarda con gran celo, es difícil de tutelar y no darle un uso inapropiado, ya lo dice el principio Tomista-Aristotélico “El hombre por naturaleza es bueno, pero con tendencia a hacer el mal”.

Sin perjuicio de ello, en la Argentina, las actividades de Inteligencia en todas sus variantes (la Inteligencia Nacional –llevada adelante por la Secretaría de Inteligencia -, la Inteligencia Criminal – Dirigida por la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal y todas las áreas de IC Policiales, y la Inteligencia Militar –Dirigida por la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar y todas las Jefaturas de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Argentina-), siempre han servido al mejor postor político, interfiriendo en las cuestiones que hacen a la organización pública nacional, al sistema de gobierno Representativo, Republicano y Federal, y claro está sacando el mejor partido de ello, si bien les dije que esto no es exclusivo de la Argentina, es en donde se focaliza este texto por tratarse de mi País. 

Son infinitas y variadas las intromisiones, tanto en gobiernos democráticos como en los gobiernos de factos que tuvo la Argentina, y hoy día no es distinto. En estas fechas que estoy terminando de escribir este artículo, apareció muerto en su domicilio el Fiscal Alberto Nisman, quien tenía a cargo la investigación de la causa AMIA (atentado terrorista perpetrado el 18 de Julio de 1994 a la Asociación Mutual Israelita Argentina), en su muerte, previo a haber hecho denuncias que llegan al Poder Ejecutivo y allegados, la sombra de la SI (Secretaría de Inteligencia) aparece y de una u otra manera parece darle un manto de perverso y oscuro al trabajo llevado adelante por el Fiscal Nisman.

Las históricas carpetas, que contienen los datos de todos los políticos, jueces, fiscales y personalidades, es una competencia entre los servicios argentinos para ver quién tiene la mayor y más oscura data de esas personas, y todos tratan de generar un espacio propio y de poder. Esta actividad, por cierto ilegal y nada ética, es transversal a todas las agencias.
Si esto sucede en todos los países del mundo, ¿por qué no pasa lo mismo entonces en todos los países? y la respuesta es simple, porque en otros países cuando esto sale a la luz o se conoce ruedan las cabezas (ya sean políticos o funcionarios policiales), los aparatos de control y fiscalización tienden a funcionar.

En la Argentina del 2001, siguiendo un viejo precepto que naciera con la Declaración de los Derechos del Hombre y Ciudadano, en la Francia de 1789 que es de fiscalizar a través de sus representantes, se sancionó la Ley Nacional N° 25520 de Inteligencia Nacional, donde se crea en el ámbito del Congreso de la Nación la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.

Dicho Control Parlamentario ejercido por la Comisión abarcará:

1. La consideración, análisis y evaluación de la ejecución del Plan de Inteligencia Nacional.
2. La consideración del Informe Anual de las Actividades de Inteligencia, de carácter secreto, que será elaborado por la Secretaría de Inteligencia y remitido a la Comisión Bicameral dentro de los diez días de iniciado el período de sesiones ordinarias.
3. La recepción de las explicaciones e informes que se estime convenientes de acuerdo con lo prescrito en el Artículo 71 de la Constitución Nacional.
4. La elaboración y remisión en forma anual al Poder Ejecutivo Nacional y al Congreso de la Nación de un informe secreto con los siguientes temas:
a. El análisis y evaluación de las actividades, funcionamiento y organización del Sistema de Inteligencia Nacional en función de la ejecución del Plan de Inteligencia Nacional.
b. La descripción del desarrollo de las actividades de fiscalización y control efectuadas por la Comisión Bicameral en cumplimiento de sus misiones, con la fundamentación correspondiente.
c. La formulación de recomendaciones para el mejoramiento del Funcionamiento del Sistema de Inteligencia Nacional.
5. Emitir opinión con relación a todo proyecto legislativo vinculado a las actividades de inteligencia.
6. La recepción de denuncias formuladas por personas físicas y jurídicas sobre abusos o ilícitos cometidos en el accionar de los organismos de inteligencia y la investigación de las mismas.
7. El contralor de los planes de estudio empleados por la Escuela Nacional de Inteligencia para la formación y capacitación del personal.

Sin querer convertirme en un docente en este caso, les recomiendo la lectura de la Ley 25520, tanto a funcionarios del Poder Ejecutivo como del Poder Legislativo, para comprender que se puede hacer y que no.

Pese a su existencia formal, en la práctica dicho organismo no cumple con su función de contralor.

  1. Investigación Criminal Vs Inteligencia Criminal 
Este tema en particular, también es de orden mundial y no un problema exclusivo de la Argentina, lo cierto es que la gran mayoría de los países del mundo lo tiene en claro y medianamente resuelto. Para decir burdamente o demostrar qué los diferencia les propongo el siguiente ejemplo:

Juan Perez, fue asesinado, todo lo que se haga para identificar a quien lo ultimó, como lo mato, qué medios empleó y la razones por las que lo mató, es una Investigación Criminal. Todo lo que se hubiere hecho antes para evitar ese asesinato, podríamos decir que es una tarea de Inteligencia Criminal.

Tratemos de profundizar y comprender con mayor rigor científico esto, para ello, iniciaré dando algunos concepctos/definiciones:

“Investigación Policial, podríamos referirlo como un proceso metodológico, continuo, organizado, especializado que desarrolla el Policía respecto a diversos aspectos para explicar la perpetración del hecho punible”.

“Inteligencia Criminal, sería la creación de un producto de conocimiento de inteligencia que da soporte a la toma de decisiones en las áreas de aplicación de la ley, la reducción del delito y la prevención del delito”. 

Si nos queremos circunscribir en cuanto a la Inteligencia Criminal al concepto legal en la Argentina, solamente nos referiremos al estipulado en la Ley N° 25520 de Inteligencia Nacional, que en su artículo 2, inc. 3) Inteligencia Criminal a la parte de la Inteligencia referida a las actividades criminales específicas que, por su naturaleza, magnitud, consecuencias previsibles, peligrosidad o modalidades, afecten la libertad, la vida, el patrimonio de los habitantes, sus derechos y garantías y las instituciones del sistema representativo, republicano y federal que establece la Constitución Nacional.

Podemos decir que la Investigación Criminal debe:

  • Aportar pruebas.
  • Establecer responsabilidades.
  • Esclarecer hechos.

 Mientras, que la Inteligencia Criminal debe:

  • Conocer Modalidades delictivas consolidadas y emergentes.
  • Conocer la dinámica de la situación de seguridad/inseguridad a diversos niveles.
  • Conocer otras áreas de gobierno que puedan aportar datos y elementos específicos para la tarea propia.

Podemos decir que la Investigación Criminal es Reactiva, ya que se ocupa de casos de delitos cometidos en el marco de una causa judicial. Busca pruebas y la verdad jurídica, su punto final es  cuando se cierra la causa con  una decisión judicial, en su contraparte la Inteligencia Criminal es Proactiva puesto que está orientada a comprender problemas y fenómenos determinados del mundo delictual, se nutre permanentemente de nuevos datos e informaciones de modo de alimentar el ciclo de la inteligencia y mantener panoramas actualizados.

Creo que lo más certero, será un cuadro donde queden claramente planteadas sus principales diferencias:

Investigación Criminal
Inteligencia Criminal
Permite dilucidar hechos acaecidos con anterioridad o evitar actos delictivos en desarrollo.
Brinda el conocimiento necesario para que se tomen decisiones acertadas y anticipadas a hechos de importancia institucional.
Su fin es esclarecer hechos pasados y actuales.
Tiene un rol anticipativo y de cara al futuro.
Tiene por objeto aplicar la ley.
Su objeto primordial no es la aplicación del Código Penal, sino la prevención del delito.
Con apoyo de org. auxiliares se efectúa una investigación, a fin de determinar responsables, buscando elementos probatorios para su juzgamiento y lograr su condena.
Provee la base informativa para desarrollar el Mapa Delictual, para efectuar la interpretación y actualización de tendencias en el campo criminal.
Se centra en acciones criminales de miembros individuales de una organización.
Intenta descifrar cómo operan las organizaciones criminales.
Concluye con una sentencia judicial.
Nunca se cierra. Realimenta el ciclo de la inteligencia.
En su inicio es Reservada y luego Pública para las partes.
Mantiene su estado de Secreto.
Ajustada al Código Procesal Penal y a comportamientos formales y de fondo pautados y normalmente rígidos.
Su proceder se ajusta a Leyes de fondo y a reglas técnicas


Para ir cerrando con este tema de la Inteligencia Criminal podemos sin lugar a duda alguna afirmar que la misma es un trabajo del campo de la seguridad y que como tal requiere ser tratada y trabajada con profesionalismo y por ende con profesionales, haciendo eco a lo que decían Platón “que cada uno haga lo que le es propio”. La actividad de la Inteligencia Criminal es una piedra basal tanto para la Conducción Política de un Estado como para las Fuerzas del Orden, una herramienta que no debe desestimarse en su uso, ya que su correcto empleo redundará en un beneficio para la sociedad en su conjunto.

Es tan importante esclarecer un hecho delictivo, como llevar adelante análisis de inteligencia para evitar que hechos similares sigan sucediendo. Para lo cual es vital también contar con Analistas de Inteligencia Criminal. La capacidad de volver atrás y focalizar los riesgos y amenazas del lugar, en una perspectiva holística para evaluar el daño social que produce la criminalidad, puede permitir estrategias policiales para prevenir el crimen en un amplio espectro (es esclarecimiento de un único suceso criminal, nunca tiene verdaderamente impacto en la estructura de oportunidades de los delitos).

En alguna oportunidad en la Argentina se quiso hacer algo, serio, profesional y con profesionales, fue a fines del 2004 y principios del 2005 cuando desde la Secretaría de Seguridad Interior de la Nación (en esa época no existía el Ministerio de Seguridad y todo su aparato Burocrático), se realizó un convocatoria para incorporar jóvenes profesionales de todo el País, que fueran universitarios para conformar el plantel de Analistas en Inteligencia Criminal de la Nación. Luego de un serio proceso, en el que se presentaron más de 4000 postulantes, se seleccionaron 70 que durante 1 año entero fueron capacitados en la materia, a través de un curso-concurso. Con ese plantel más un grupo de profesionales con amplias credenciales en temas de seguridad e inteligencia se dio forma a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, al poco tiempo de vida, sufrió de los celos políticos de Ministros y Secretarios de Estado, que querían manipular ese aparato para sus propios intereses y como casi todo lo que toca la mala Política dejó de ser lo que debía ser para convertirse en lo que hacen todos, ser funcionales al de turno.

Espero que en alguna oportunidad de la vida política de esta Gran Nación las cosas se hagan lo más cercano posible a cómo deben ser, ese día seguramente tendremos áreas de Inteligencia Criminal respetadas, que se dedicarán a Diagnosticar la criminalidad (magnitud), Constituirse en fuente de información para la toma de decisiones, Apoyo al despliegue operativo de las Fuerzas y Cuerpos Policiales, Recomendar medidas preventivas, Preparar información para la comunidad, Evaluar el impacto de estrategias de intervención, Alimentar indicadores de gestión operativa, Predecir la ocurrencia de delitos e Identificara Patrones y tendencias entre otros, con el único fin de proteger al ciudadano.

En él mientras tanto, sirva esto como otro de los tantos documentos o artículos que hay dando vuelta, escritos por profesionales del tema, que servirán (espero) para estudiantes del tema y para aquellos funcionarios que deseen refrescar algún conocimiento o concepto.


*Licenciado en Seguridad, Egresado IUPFA, Analista, Especialista en Inteligencia Criminal, Seguridad Pública  y Ciudadana, Cyberterrorismo. Actualmente brinda capacitación en Inteligencia Criminal y Planificación de Estados Mayores Policiales, CSO en 3V TECH SA.
 



1 comentario:

  1. Excelente apreciación del concepto de Inteligencia Criminal. Felicitaciones y gracias por compartirlo.

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